Este viernes se realizó el conversatorio «Derechos Humanos y Derechos de la Naturaleza: el Itrofill Mongen como forma de compartir los territorios», en el que participaron activistas medioambientales y habitantes del territorio de Neltume, precordillera de Panguipulli.
Organizado en conjunto con el Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume, en la conversación se reflexionó sobre la protección del territorio y la naturaleza por parte del tejido social, la actual amenaza de los grandes proyectos inmobiliarios en territorios indígenas, cómo una visión ecologista puede integrarse en la nueva Constitución y la posibilidad del reconocimiento de un Estado Plurinacional en la misma. Si te lo perdiste, puedes revisarlo en nuestro Facebook y también te dejamos aquí algunas de las principales reflexiones de nuestros participantes.
Para David Hernández, trabajador del área de turismo en la zona, es evidente el daño medioambiental que existe en el sector. «El Río Fuy está completamente seco, cada vez hay menos agua. La naturaleza nos está hablando, es evidente que se tiene que minimizar el impacto». Al dedicarse al turismo aventura, David está en constante contacto con la naturaleza y busca enseñar el valor de la misma cuando hay visitantes.
«En el verano pasado se llenó de turistas, ya que era la única zona que no estaba en cuarentena. Había tanta gente que hubo problemas con el agua. Entonces esto tiene un lado bueno para el sector, pero también hay que preguntarse hasta qué punto podemos sobreexplotar el turismo, cómo solucionar el tema del agua, porque la sequía es inminente» comentó.
Hernando Silva, abogado y miembro de Organizaciones Sociales por el Wallmapu, cuenta cómo Panguipulli ha sido históricamente un territorio explotado. «No solo de la naturaleza, con el complejo maderero, las forestales y la explotación irracional de recursos naturales, sino que de las mismas personas del lugar, quienes trabajaban en estos mismos proyectos en condiciones precarias o han visto afectado su buen vivir«, recalca. Para Hernando, ha sido de gran importancia la articulación que ha tenido el tejido social para hacerle frente a estas amenazas. «Ese rol ha persistido con los años, pese a la dictadura, pese a todo, siempre han persistido y resistido en la lucha«, agrega.
En esa resistencia también se encuentra Noemí Catrilaf, artesana y activista por el territorio de Neltume, quien comentó que la zona siempre ha sido amenazada y han pasado a llevar a las comunidades indígenas. «Cuando hay proyectos invasores se saltan las normas, como el convenio 169 de la OIT, que exige consulta indígena frente a cualquier tema que pueda afectarnos. Pero no nos toman en cuenta, no hay diálogo, por lo mismo tenemos que manifestarnos» relata.
«Para nosotros el Itrofill Mongen habla de la cosmovisión que tenemos el pueblo mapuche sobre la naturaleza, una visión que es ancestral sobre el cuidado del entorno y la conexión con el territorio. Todo lo que hacemos con la naturaleza es con respeto, tratando de compartir, no extrayendo de más, solo lo que necesitamos» comentó Noemi Catrilaf. La artesana también relevó la importancia de crear consciencia ambiental, de cambiar la forma en que nos relacionamos con la naturaleza, preservando así el medio ambiente para las generaciones futuras. «Creo que podemos tener una mirada sustentable, educando y aprendiendo cada día» concluyó.
En cuanto al proceso constituyente, Hernando cree que uno de los debates centrales del proceso será la protección de la naturaleza. «Se tensionará la relación que hay entre ser humano y naturaleza, ¿qué es lo que queremos como sociedad, una lógica de explotación o de cuidado?». El abogado también señaló que establecer que la naturaleza es sujeto de derecho no es una idea nueva, sino que en las Constituciones de Ecuador o Bolivia es una idea consagrada, que podría replicarse en nuestro país, sobre todo ahora que tenemos la oportunidad de incluirlo en la nueva Constitución. Lo mismo podría pasar con establecer un Estado Plurinacional.
«Con la composición que tiene la convención constitucional es absolutamente probable (que exista un Estado Plurinacional), el que la mayoría no sea de la élite abre las puertas para muchas cosas. Es el reconocimiento de Chile como lo que realmente es, un Estado plurinacional y con distintas culturas que conviven» indicó el abogado Hernando Silva.
En la misma línea comenta Noemí, quien declara estar contenta con la representación que tienen los pueblos indígenas en el proceso constituyente. «Creemos que hay buenos representantes, con conocimiento ancestral y espiritual en el proceso, lo que se podrá ver en la Constitución», comenta. Para Noemí Catrilaf también es fundamental que se consagre que Chile es un Estado Plurinacional, porque como consecuencia se tendrían que reconocer los derechos de los pueblos indígenas.
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